Cuando el tiempo es oro y no queda tiempo para preparar bien una convocatoria, es recomendable planificarse bien y decidir que temas son los más importantes. La decisión no es sencilla pero hay que organizarse para afianzar los conocimientos y superar las pruebas con éxito.

Una solución puede ser prepararnos la oposición con un amigo y repartirnos entre las dos personas los diferentes temas. De esta manera, cada uno de nosotros se preparará su parte y compartirá con el otro los conocimientos adquiridos en su estudio.

Deberemos dividir los temas a estudiar teniendo en cuenta títulos y la facilidad de aprendizaje de cada uno, ya que no es lo mismo estudiar un tema legislativo que un tema de corte más práctico.

Nuestro consejo es que empecéis por los temas más cortos. Así abarcaréis más e iréis ejercitando la memoria de cara a los temas más largos y complicados. Habremos cogido hábito de estudio.

El último paso, consistirá en quedar con asiduidad con nuestro amigo para que al menos, una vez al día, compartamos con él lo aprendido. De esta manera, ambos sabremos la parte del otro, no en profundidad, pero sí para defendernos ante el examen.

Aprobar una oposición en ocasiones es una lotería. Tenemos que probar suerte aunque no llevemos el temario aprendido al cien por cien.

Optimizar recursos es práctico y puede ayudarnos a llegar a la meta.

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